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revista de divulgación del Instituto de Astrofísica de Andalucía
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Se observan los campos magnéticos en el borde del agujero negro de M87
La colaboración del Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT por sus siglas en inglés), que produjo la primera imagen de un agujero negro, ha revelado una nueva perspectiva del objeto masivo en el centro de la galaxia M87: cómo se ve en luz polarizada. Se trata de la primera vez que se ha podido medir polarización, la “firma” de los campos magnéticos, tan cerca del borde de un agujero negro. Las observaciones son clave para explicar cómo la galaxia M87, ubicada a 55 millones de años luz de distancia, puede lanzar chorros de material muy energéticos desde su núcleo.
“Estamos ante una evidencia única para comprender cómo se comportan los campos magnéticos alrededor de los agujeros negros, y cómo la actividad en esta región tan compacta del espacio puede impulsar poderosos chorros que se extienden mucho más allá de la galaxia”, apunta Monika Mościbrodzka, coordinadora del grupo de trabajo de polarimetría del EHT y profesora asistente en la Universidad de Radboud (Países Bajos).
El 10 de abril de 2019 se publicó la primera imagen de un agujero negro, que revelaba una estructura brillante en forma de anillo con una región central oscura: la sombra del agujero negro. Desde entonces, la colaboración EHT ha profundizado en los datos sobre el objeto supermasivo en el corazón de la galaxia M87 recopilados en 2017 y ha descubierto que una fracción significativa de la luz alrededor del agujero negro M87 está polarizada.
“Este trabajo es un hito: la polarización de la luz transporta información que nos permite comprender la física detrás de la imagen que vimos en abril de 2019, algo que antes no era posible –explica Iván Martí-Vidal, también coordinador del grupo de trabajo de polarimetría del EHT e investigador de la Universidad de Valencia–. Revelar esta nueva imagen en luz polarizada ha requerido años de trabajo debido a las complejas técnicas involucradas en la obtención y análisis de los datos”.
“Parte del material circundante que no cae al agujero negro es arrastrado por el campo magnético dando lugar a los poderosos chorros que observamos en los núcleos activos de galaxias, como M87, algo que no habíamos podido observar hasta ahora”, señala José Luis Gómez, coordinador del grupo de trabajo de cartografiado del EHT y líder del grupo del EHT en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), del que forman parte también los investigadores Rocco Lico, Guang-Yao Zhao, Antonio Fuentes, y Antxon Alberdi. “Múltiples técnicas de análisis de los datos del EHT se han usado para corroborar estos resultados que nos permiten restringir la física que produce y alimenta estos objetos extremos”, añade Rocco Lico (IAA-CSIC).